Ahí está nuestro vuelo! |
Remarco ese tema del embarque porque a la vuelta fue… diferente.
Un mar de nubes… |
Centraal Station – Detalle |
Basílica de San Nicolás |
Llegamos a la Plaza Dam, el centro neurálgico de Ámsterdam, donde paramos a descansar entre el bullicio de la gente; en esta plaza se encuentra el Palacio Real, que en su día fue el ayuntamiento más grande construido, la Nieuwe Kerk (Iglesia Nueva) y el museo de cera Madame Tussaud.
Palacio Real |
No entramos a ninguno de los 3 edificios que comento porque los 3 son de pago; en el palacio real hay un museo, y la Iglesia Nueva parece ser que es un lugar de exposiciones (había una exposición de World Press Photo).
Al otro lado de la plaza se encuentra el Monumento Nacional, un obelisco construido en 1956 en memoria de las víctimas de la Segunda Guerra Mundial.
Monumento Nacional, con el famoso Krasnapolsky detrás |
Tras un pequeño descanso fuimos a Magna Plaza, que es un centro comercial justo detrás del Palacio Real (nuestro objetivo básico era ir al servicio :P). En su interior no deja de ser un centro comercial, pero antiguamente había sido la oficina de correos y es un edificio bonito, tanto por dentro como por fuera.
Magna Plaza |
En este lugar fue donde vimos que en este país hay que pagar para ir al baño en prácticamente todos los lugares públicos… al final te acostumbras, pero la primera vez es algo chocante. Al menos normalmente te los encuentras en buenas condiciones.
Tras esta parada ‘técnica’, continuamos bajando por Kalverstraat, la principal calle comercial de la ciudad hasta que, sin darnos cuenta, llegamos a la Torre de la Moneda, que está justo al lado del canal Singel, que es donde se encuentra el Mercado de las Flores.
Torre de la Moneda |
Qué ver en el mercado de las flores? |
Pues bulbos |
Tras cenar, pillamos el tranvía hasta la parada del bus (solo eran dos paradas, pero el cansancio hacía mella), y luego, el autobús hasta el hotel…
Tocaba descansar, que el día había sido largo!
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