En Noruega hay agua… mucha agua. Buena muestra de ello son las muchísimas cascadas que existen, de todos los tamaños, de todas las alturas… y por todos sitios.
Algunas aparecen de forma inesperada mientras circulas por la carretera, casi sin saber cómo se llaman y otras son puntos de parada obligada. Hoy os voy a hablar de algunas de las que hemos visto y que nos han llamado la atención especialmente.
Låtefossen
La primera de las grandes cascadas nos la encontramos en la carretera. Apareció sin avisar mientras íbamos camino a otra al poco de dejar atrás Odda (conocido por ser base para visitar Trolltunga). Ahí, en medio de la carretera es una de las más importantes de Noruega; tiene 165 metros y su peculiaridad es la de tener dos corrientes que se acaban uniendo justo antes de pasar por debajo de la Ruta 13. Lo cierto es que al ser la primera que vimos, nos dejó con la boca abierta.

Vøringfossen
Esta cascada es la que íbamos buscando cuando nos encontramos la anterior. Se encuentra en plena meseta de Hardangervidda y tiene una altura de 182 metros. Las mejores vistas se obtienen desde el mirador que hay junto al aparcamiento del Hotel Fossli. En un principio hay que pagar, pero en algunas situaciones te puedes encontrar la caseta cerrada; en nuestro caso llovía, así que pudimos verla de forma gratuita (aunque no sé si habríamos preferido que no lloviera y pagar…). Os podéis imaginar la cantidad de agua que bajaba al llover intensamente.

Tvindefossen
Para mi, la visita a esta cascada fue una de las mejores experiencias de nuestro viaje; la visitamos tras un intenso día de lluvia y bajaba una cantidad de agua impresionante… si a eso le unimos el hecho de que te puedes acercar mucho, las sensaciones que vivimos al estar algo cerca fue impresionante (y la bronca que me pegó mi hija mayor también fue épica por haber hecho que se mojara :P).

Está ubicada cerca de Voss, justo al lado de un cámping; de muy fácil acceso y con aparcamiento gratuito. Al día siguiente volvimos a pasar por delante y no caía tantísima agua…

Kjosfossen
Es uno de los atractivos más visitados del país. Se encuentra a medio camino del recorrido del famosísimo tren de Flam y cuenta incluso con una pequeña central eléctrica que alimenta la famosa línea ferroviaria. Tiene una caída impresionante de 225 metros y, durante la temporada alta, una actriz vestida como una Huldra (criatura seductora del bosque en el folclore escandinavo) baila y canta frente a la cascada.

Gudbrandsjuvet
Tras pasar Valldan y de camino a Trollstigen está el desvío a Gudbrandsjuvet. Es un curioso conjunto de pasarelas y miradores sobre la garganta que se forma en el río Valldola. Es un lugar de muy fácil acceso en la ruta 43 y una agradable parada antes de llegar a la espectacular carretera de los Trolls.


Stigfossen & Tverrdalsfossen
Si la visita a Trollstigen ya es espectacular en si misma, aún lo es más si le añadimos dos cascadas; una de 189m y otra que cae unos 320m por la ladera de la montaña. Sin duda, esta carretera, sus vistas y sus cascadas son una visita obligada en un viaje a Noruega.


Cascada de las 7 Hermanas y el pretendiente
Muy conocidas por su ubicación: El fiordo de Geiranger (patrimonio de la Humanidad); son 7 corrientes de agua separadas que caen por la ladera del fiordo, la más alta de las cuales tiene 250 metros. Justo delante se encuentra la cascada del Pretendiente, que tiene una peculiar forma de botella. Cuenta la leyenda que el protagonista de la historia se dio a la bebida tras ser rechazado por las 7 hermanas. Se disfrutan cómodamente realizando otra visita obligada: Un crucero por el precioso fiordo.


Stalheimfossen y Sivlefossen
Se encuentran durante el espectacular descenso de la carretera de Stalheimskleiva, conocida por ser una de las más empinadas del mundo con un 18% de desnivel. Se trata de una carretera únicamente de un sentido (bajada).

Bordalsgjelet Gorge – Voss
No se trata de una cascada propiamente dicha, pero bien merece ser nombrado ya que permite disfrutar de las vistas que proporciona la garganta a muy corta distancia. Está muy cerca del centro de Voss y está completamente adaptado para ser visitado en familia.

Por supuesto hay muchas más, conocidas y otras no tanto; con tanta lluvia que tuvimos durante el viaje, lo cierto es que caía agua por todos sitios… alguna ventaja tenía que haber! Los peques (y nosotros, claro) disfrutamos muchísimo con estas fantásticas vistas.
Si quieres más, echa un vistazo a la guía de viaje de los Fiordos Noruegos.
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