Nuestra tercera etapa en tierras del sur de Francia iba a pasar en la bella ciudad de Carcassonne. Tras el desayuno nos metimos en el coche y emprendimos el camino; en poco más de una hora ya estábamos en la ciudad en un trayecto todo por autopista desde Toulouse.
El B&B que habíamos reservado estaba muy cerca de la entrada de la Cité y habíamos apalabrado dejar el coche en un párking de los dueños para no tener problemas de aparcamiento; no obstante, no nos hizo falta y aparcamos prácticamente en la puerta.
Tras una corta espera, descargamos el equipaje y nos instalamos en nuestra habitación de Les Florentines; una amplísima habitación con vistas a la muralla de la Cité.
Dejamos los trastos y nos dirigimos a visitar la Cité; la entrada (Puerta de Aude) estaba a poco más de 5 minutos caminando.
Llegando a la entrada de la Cité |
Nada más entrar, multitud de tiendas de souvenirs se mire donde se mire hace que ‘desencante’ un poco, pero es lo que hay en estos lugares tan turísticos…
Básicamente aquí se trata de pasear, perderse por las callejuelas y fijarse en los detalles.
En su interior se encuentra, entre otras cosas, el Castillo Comtal (entrada 8,5 euros aproximadamente,). Nosotros no entramos; en nuestros viajes de República Checa y Escocia ya vimos suficientes para una temporada!
Puente de Acceso al Castillo Comtal |
Castillo Comtal |
Hay multitud de tiendas, restaurantes… Todo muy enfocado al turismo; de todas formas, si te sales de las calles principales se está bastante tranquilo. Es curioso pensar que aquí aún viva gente.
Otro de los grandes elementos que se encuentra dentro de estas murallas es la Basílica de St Nazaire.
En su interior, pues lo típico de las iglesias… el altar, las vidrieras… (no soy muy experto en estos temas, la verdad). Eso sí, es bastante grande para el lugar en el que está.
Tras callejear y echar un vistazo también a las murallas y la palestra (espacio entre las murallas), nos pusimos a la busca y captura de un lugar que fuera ‘decente’ para comer; acabamos entrando en un restaurante llamado L’Ecu d’Or, viendo que había muchísimos restaurantes y todos parecían del mismo estilo (a la caza del turista). No fue la mejor comida de nuestra vida pero tampoco la peor; podéis echar un vistazo en tripadvisor, no sale muy bien parado, pero más que nada por el servicio; la comida no estaba mala.
Después de comer nos retiramos a nuestra habitación en el B&B. Llovía y la enana necesitaba descansar, así que como estábamos tan cerca, nos volvimos.
Nuestra habitación (Mandarine) era muy grande y con vistas a la muralla de la Cité… Para acceder a ella había que hacerlo por unas escaleras bastante estrechas y el suelo era bastante ruidoso (crujía la madera), pero eran males menores; nos encantaba el sitio; y teníamos para hacernos un chocolate y todo!
Una vez la pequeña descansó y cuando parecía que el mal tiempo hacía un paréntesis decidimos volver a darnos una vuelta. Al rato estábamos en una cafetería de la Cité resguardándonos de un chaparrón alucinante.
La lluvia incomoda hacer ciertas cosas, así que al final nos decidimos a ir a buscar un lugar para cenar; llevábamos una guía Lonely Planet y la intención era ir a cenar al pueblo, siguiendo las recomendaciones de la guía. No obstante, la meteorología nos hizo cambiar los planes y acabamos cenando en la misma calle del B&B, en un lugar llamado Il Ponte Vecchio. Lo cierto es que fue una agradable sorpresa porque cenamos bastante bien en un ambiente muy casero.
Al acabar la cena, la mami y la enana se fueron hacia la habitación a descansar y yo me fui a hacer algo que es obligatorio si vienes a Carcassonne: Fotos de la Cité de noche.
Para haberme dejado el trípode en casa, no me quedaron del todo mal 😛
La Cité de noche desde la ciudad |
Callejón subiendo hacia la Cité |
planeandoserpadres LTR dice
A nosotros lo que menos nos gustó es que el recinto fortificado estuviese literalmente plagado de tiendas de souvenirs, restaurantes, etc. Todo demasiado comercial, y claro, se pierde el encanto.
Oscar Espinosa dice
Totalmente de acuerdo, y es el riesgo que tienen estos lugares. Entiendo que deberían haberlo 'protegido más', pero bueno, es un lugar bonito.