Garona a su paso por la ciudad |
Durante el paseo encontramos un parque infantil bastante grande en el que la pequeña se lo pasó en grande…
Y paseando, paseando, llegamos al Pont Neuf; uno de los iconos de la ciudad. Curiosamente, a pesar de que su nombre se traduce como Puente Nuevo, es en realidad el más antiguo de la ciudad, datando del Siglo XVI y que servía en sus inicios como entrada a la ciudad.
El Pont Neuf al fondo |
Continuamos callejeando hasta llegar de nuevo al centro de la ciudad, que es muy agradable para pasear. Nos dirigimos hacia el hotel para comer por algún lugar cercano, descansar un poco y coger el coche para dirigirnos hacia el aeropuerto. Justo al lado se encuentra la enorme fábrica Airbus.
Callejeando por el centro |
Para realizar esta visita es totalmente imprescindible reservar con antelación en la web en la página www.manatour.fr; hay varios tours y nosotros nos decantamos por el A380 Tour. Es recomendable realizar la reserva con bastante antelación ya que las plazas son limitadas y no hay muchos horarios (hay tours en castellano).
Entrada a la visita Let’s visit Airbus |
La visita es muy interesante, aunque no se pueden hacer fotos… Con un autocar se entra en el recinto y comienza la visita; en realidad, más que de una fábrica se trata de un centro de ensamblado; Airbus es un conglomerado de empresas europeas y los materiales de los aviones están repartidos por todo el continente de forma que ‘todo el mundo participa’ en la fabricación de los aviones. Esto es bastante sorprendente puesto que para trasladar determinadas partes de los aviones hay que hacer auténticas virguerías (barcos, carreteras cortadas, barcos fluviales…). En realidad, tal y como comentan, es normal que sea así; este sector genera miles de empleos y todo el mundo quiere beneficiarse.
Al principio se entra a una sala de control que simula una real, con multitud de aparejos y pantallas; en las pantallas se ven imágenes de los primeros vuelos del A380 mientras la guía va explicando todo; seguidamente, mediante un ascensor se sube a una especie de mirador en el que, por un lado, se ve todo el recinto del aeropuerto y algunos aviones listos para entregar; por el otro (interior), es posible ver cómo se trabaja en la unión de todas las piezas del monstruoso A380. Es impresionante!
Finalmente, se visita una réplica a tamaño real de un trozo del fuselaje de un A380; Pese a que la maqueta es algo antigua, da una idea de la envergadura del aparato…
Tras esta interesantísima visita que recomiendo a todo el que visite la ciudad, pasamos por la tienda de recuerdos, nos hicimos con un gracioso cuento de aviones que la enana no había forma que soltara y nos volvimos a la ciudad.
Dejamos el coche en el párking del hotel y fuimos a dar un paseo; encontramos un tiovivo antiquísimo en el que subimos a la pequeña: fue su primera vez en la feria.
Alucinando con la ficha! |
Después nos volvimos hacia el hotel a hacer la cena y descansar… mañana, hacia Carcassonne!
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