Hace unos días hicimos una muy chula y totalmente recomendable para hacer en familia: La Ruta de la Llet (La ruta de la leche) por el Lluçanès (una región barcelonesa del centro de Catalunya). Fue un blogtrip organizado por el Consorci del Lluçanès y Barcelona és molt més en la que pudimos conocer esta zona.
La Ruta de la Llet es una propuesta agroturística que permite conocer los productos lácteos y derivados de primera mano visitando determinadas explotaciones así como realizar pruebas de productos. Además, se complementa con restaurantes que incluyen productos locales y una interesante selección de alojamientos rurales que nos permitirán pasar un fin de semana en un lugar que todo va a un ritmo diferente y podremos desconectar del ajetreo semanal y a su vez, disfrutar de los paisajes y… la comida!
En nuestro caso estuvimos todo un día; os cuento un poco lo que hicimos: Comenzamos haciendo un pequeño paseo en carro desde Prats de Lluçanès hasta el Soler de N’hug, la primera de nuestras paradas. Se trata de una explotación ganadera familiar que pretende ser autosuficiente en todo el circuito, empezando por cultivar los alimentos de los animales hasta acabar vendiendo determinados productos en la carnicería familiar que tienen en Prats de Lluçanès.
Ordeñando una vaca en Soler de N’Hug |
Tras esta interesante visita, en la que los niños lo pasaron genial viendo y tocando animales, fuimos a comer a Cal Baumer, un pequeño restaurante de Prats de Lluçanès en el que degustar comida local a un precio razonable. Es un sitio muy curioso porque únicamente tiene una mesa muy larga en medio del restaurante (no os preocupéis! los comensales quedan convenientemente separados). Comimos muy bien, de verdad… Si sabéis que vais a ir por la zona y queréis daros un buen festival culinario, reservad (si no es posible que no haya sitio) y disfrutaréis de la excelente atención con la que os tratará la familia y el cariño con el que se hacen las cosas. Realmente vale la pena!
Cal Baumer |
Ya por la tarde visitamos Formatges Lluçà, una pequeña explotación ganadera que trabaja con cabras de raza pirenaica (en peligro de extinción) y alpinas. Pudimos hacer un rato de ‘pastores’ y luego pudimos probar una muestra de los deliciosos quesos que hacen de forma artesanal en su pequeño obrador.
Alimentando a las cabras en Formatges Lluçà |
A continuación complementamos la visita con una visita guiada al que es el monumento más importante de la zona: La iglesia de Santa María de Lluçà, que data del siglo XII (aunque se cree que podía existir una edficación anterior del siglo X). Muy recomendable su visita (y si es con guía, aún mejor!).
Santa Maria de Lluçà |
Y no os olvidéis, muchas veces optamos por irnos lejos para desconectar cuando muy cerca de casa tenemos opciones más que válidas. Os puedo asegurar que todos los pasamos genial; aprendimos mucho, comimos genial y los peques disfrutaron entre tantos animales. Plan perfecto!
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