Para conocer la Habana hay que caminar… mucho. No es una ciudad especialmente espectacular en cuanto a monumentos, pero merece una estancia que permita moverse, o mejor dicho, perderse. Si es la primera parada al llegar al país, quizás resulte un poco abrumador el estado de algunas calles, los edificios que no se entiende cómo se mantienen en pie o la aparente inexistencia de señales de tráfico… pero no hay de qué preocuparse y se puede caminar prácticamente por cualquier lugar sin peligro alguno. Como mucho algún que otro jinetero que quiera sacarnos algún dinero llevándonos a algún sitio en el que le den comisión, pero con un «no gracias» acostumbra a ser suficiente. Hoy hablaremos de cómo conocer La Habana con niños.
Nosotros estuvimos al principio y al final del viaje: 4 noches al principio y una al final. Cómo cambia la manera de ver las cosas cuando se está por segunda vez…
Tal y como os expliqué en el post de los alojamientos, nuestro centro de operaciones en ambos casos fue Habana Centro, aunque no muy cerca uno de otro. En el primero de ellos estábamos bastante cerca de las principales arterias de la ciudad y a un corto paseo del Malecón y en el segundo estábamos algo más alejados… pero mejor conectados con transporte público. En cualquier caso, los dos alojamientos estaban muy bien y los recomendamos. Podéis consultar las características de ellos en el post correspondiente.
Visitas habituales en La Habana
Como comentaba al principio del post, lo mejor es perderse y caminar… pero sin duda, los sitios que sí o sí deben visitarse son:

- Catedral de La Habana: Curioso edificio asimétrico que preside la plaza del mismo nombre, donde hay edificios de importancia histórica en el país.
- Todo el barrio de la Habana Vieja, callejear sin rumbo. Perderse por las calles y recorrerlas sin destino…
- Plaza vieja y alrededores: una de las zonas más bien cuidadas de la ciudad, cuidadosamente restaurada da una imagen de cómo debía de ser toda esta zona en pleno esplendor.
- Paseo del prado: Otro lugar en el que los edificios hablan de lo que fueron… Lugar muy agradable para pasear que acaba en el Malecón, presidido por unos leones que en su día fueron cañones.
- Hotel Nacional: Uno de los símbolos de la grandeza cubana. Hoy en día, uno de los hoteles más lujosos y emblemáticos del país con unas vistas espectaculares.
- Cementerio Colón: Curioso cementerio al que recomendamos ir provistos de un paraguas para protegerse del sol. Conviene recorrerlo con información sobre los lugares más importantes; es de pago. Si quieres tener mucha información durante la visita, puede ser muy interesante realizar este free tour.
- Castillo de los tres Reyes del Morro: Imponente edificación militar que preside la entrada del puerto de La Habana.
Muchos de estos lugares se visitan en algunos de los tours más habituales de la ciudad, entre los que se encuentran muchos free tours, que es una excelente forma de conocer la ciudad:
- Free tour por La Habana colonial – Enlace.
- Free tour nocturno por La Habana – Enlace.
- Free tour por el barrio de Casablanca – Enlace.
- Free tour por La Habana moderna – Enlace.
- Free tour en bicicleta – Enlace.
Si se desea profundizar algo más, también hay tours más específicos que pueden dar mucha más información y son mucho más concretos, entre los que encontramos los siguientes:
- Tour panorámico por la ciudad – Enlace.
- Tour por la ciudad para fotos de Instagram – Enlace.
- Tour por la ciudad al completo, con demostración de fabricación de tabaco y ron – Enlace.
- Tour por los barrios afrocubanos – Enlace.
- Tour de la revolución cubana – Enlace.
Otros añadirán a esta lista lugares famosos como el Floridita (cuna del Daiquirí) o la Bodeguita del Medio (cuna del Mojito), pero nosotros solo fuimos de pasada… son lugares caros y puedes tener esas bebidas a mitad de precio o menos de lo que se paga en esos locales.
Qué hacer / ver con niños
Además de hacer todo lo que comento en el apartado anterior, durante nuestros viajes hay que adaptar las visitas para hacerlas interesantes a los más pequeños, así que a todo lo anterior añadimos:
Parque de la maestranza
Un lugar muy frecuentado por lugareños al que fuimos aconsejados por el dueño de la casa en la que nos alojábamos. Ubicado cerca del inicio del famosísimo Malecón, se trata de un parque en el que pasar el día con los más pequeños, donde pueden disfrutar de hinchables, pequeñas atracciones y comida y bebida… todo ello a precio de local. Es un lugar de pago pero es muy económico.

Ceremonia del cañonazo (Fortaleza de San Carlos de la Cabaña)
Todos los días, a las 21.00, se celebra la ceremonia del cañonazo, una recreación histórica de los cañonazos que se disparaban para anunciar el cierre de la ciudad en el siglo XVII.
Para llegar hay que cruzar la bahía, y se puede hacer o bien en taxi, o la lanchita de regla, un baratísimo medio de transporte que funciona entre los dos extremos. Nosotros utilizamos el taxi porque no supimos exactamente dónde coger el transporte marítimo y nos costó 10 CUC sin ningún esfuerzo, así que igual era posible conseguirlo más económico…
Conviene llegar temprano para poder dar un paseo por las tiendecitas que hay en el interior del recinto así como para visitar las instalaciones de la propia fortaleza. Igualmente, es recomendable estar en el lugar de la ceremonia con tiempo suficiente porque si se va con poco margen, muy posiblemente no se llegue a ver nada (el público se sitúa a ambos lados de donde se realiza el disparo a la misma altura que ellos, así que los más pequeños deben estar en la parte delantera si quieren llegar a ver algo).
Cuando faltan unos minutos para las 21.00 comienza el ritual, con la llegada de los artilleros y la preparación del cañón para proceder al disparo. Se dice que es útil para sincronizar los relojes por parte de los habaneros…
La entrada al recinto vale 8 CUCs si se va por la noche, 6 si se va de día. Los niños pequeños no pagan.
También podéis realizarlo en este tour en el que iréis acompañados de un guía.
Bus turístico de La Habana
Como cualquier gran ciudad, La Habana también tiene su bus turístico que recorre los principales puntos de interés de la ciudad. Muchas veces los utilizamos porque a los peques les gusta subirse en un autobús de dos plantas… y en esta ocasión no podía ser menos. Nosotros hicimos una ruta que nos permitió ver el Acuario Nacional de Cuba, el cementerio de Colón (donde nos bajamos para visitarlo) y otros lugares que se alejan un poco del centro, como la Plaza de la Revolución.
Tiene un coste de 10 CUCs y se puede subir y bajar tantas veces como se quiera en el mismo día.
Heladería Coppelia
Pese a que quizás es un tópico en la ciudad y ahora ya hay otras heladerías en la ciudad que hacen helados iguales o mejores que Coppelia, sigue siendo una institución en La Habana (y en el país). Cuando la visitamos nosotros aún estaba en vigor la doble moneda (para los turistas y los locales), así que accedimos a un local separado en el que los precios eran sensiblemente más caros que si se hace la interminable cola que hay para pagar como local.
En realidad, es más la experiencia que otra cosa ya que los helados, a nuestro parecer, eran bastante normalitos… para los peques, sin embargo, ir a una heladería siempre es un buen plan.

Malecón: Carnaval
Pasear por el Malecón habanero es una de las actividades que todo el mundo que está en la ciudad realiza en un momento u otro… Nosotros no podíamos ser menos y también estuvimos por el paseo en varias ocasiones; lo curioso de una de las veces que estuvimos fue que se estaba celebrando el Carnaval de La Habana. Pese a que no estuvimos todo el rato que duraba (también nos dijeron que el ambiente a altas horas de la noche no era muy recomendado para ir con niños), sí que pudimos ver cómo funciona un evento de estas características en la ciudad… decenas y decenas de paradas con comida de la más diversa, los palcos que los habaneros reservan para ver el desfile y la cantidad de gente de todas las edades que se desplazan a verlo… fue una pena porque se puso a llover, aunque pudimos vivir un poco esa curiosa experiencia.
Con Carnaval o sin, el Malecón es un lugar en el que disfrutar de fantásticas puestas de sol, de salir un poco del bullicio de la ciudad y de pasear tranquilamente sin -casi- nadie que intente venderte algo.

Museo de la Revolución:
La visita al Museo de la Revolución fue una de las últimas cosas que hicimos durante nuestro viaje por Cuba en familia… y fue más interesante de lo que nos esperamos. Lo visitamos con guía del museo y sí que es cierto que quizás alguna parte fuera un poco ‘densa’ para los más pequeños… pero la zona donde están los vehículos y el buque Granma les resultó de lo más atractivo.
Cuidado con el agua embotellada… en ocasiones puede ser difícil de encontrarla a buen precio, así que si localizáis alguna tienda que la vendan, comprad una buena cantidad porque quizás cuando volváis ya no haya y os toque pagarla a precio de oro… Depende de la época en la que viajéis, os va a volar…
Tened en cuenta también el coste: Un precio razonable ronda los 70 – 80 céntimos de euro (unos 20 CUPs)
Y estas fueron las cosas que conocimos durante nuestra estancia doble en La Habana. Vimos las cosas más típicas y también hicimos cosas para que los peques tuvieran su dosis…
Si queréis más información de nuestro viaje a Cuba, no dudéis en visitar nuestra guía de viaje.
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