Ahora que ya he relatado nuestra escapada a la bella ciudad de Ámsterdam, extraigo las siguientes conclusiones:
1. Es un país muy caro para nosotros: Incluso en los supermercados, los precios son altos. En los bares ya ni hablamos, así que hay que ir mentalizado.
2. Hay que pagar para hacer pis: Excepto en los bares y restaurantes, allá donde haya servicios públicos (incluyendo bibliotecas, estaciones, centros comerciales) hay que pagar para ir al servicio; compensa que prácticamente siempre están impecables (faltaría más!).
3. Pese a ser considerado un lugar family friendly, no vimos muchos lugares para que los niños pudieran jugar. En Vondelpark había algo, en la zona de museos también y yendo para Jordaan encontramos otro parque. Pero no vimos mucho más. Igual en las afueras hay más cosas…
4. Es de agradable caminar, pero a veces se agradecería que hubiera más bancos para parar a descansar… no abundan, la verdad.
5. Olvídate de entender nada de lo que dicen; es imposible!
6. Son gente muy, muy amable, de verdad. En cualquier sitio estaban dispuestos a ayudarte, incluso en la calle, siempre con una sonrisa. Eso es de agradecer.
7. La comida no es uno de sus fuertes: nos recordó bastante a Londres y Escocia en lo referente a este tema… evidentemente, puedes comer bien, pero es muy caro. Al volver nos dijeron que los mejores indonesios del mundo están aquí… y nosotros no fuimos a ninguno :P.
8. Usar el transporte público es una buena opción: hay multitud de posibilidades de transporte público, y con los bonos de uno o varios días sale realmente a cuenta. A veces se agradece que puedas subir a un tranvía que te lleve de un sitio a otro sin tener que caminar. Nosotros le sacamos mucho, mucho provecho.
9. Nos quedó pendiente dar un paseo en bici…
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