Nos encanta viajar y una de las cosas que queremos inculcarles a nuestros hijos es la pasión por conocer nuevos lugares y experiencias. Durante nuestros viajes hemos vivido algunas experiencias impresionantes; no nos importaria repetir la visita de alguna de ellas ahora que tenemos niños. Hoy os hablo de 5 de ellas:
Argentina: Cataratas del Iguazú
Nadie debería morirse sin haber estado en persona allí. Es un lugar impresionante que te deja marcado de por vida; descubrir esos centenares de cascadas que aparecen por todos sitios mientras haces el recorrido por el lado argentino, caminar por esas pasarelas que te llevan hacia la boca del diablo, escuchar ese estruendo cuando te estás acercando a ella y alucinar cuando lo tienes delante… Por supuesto, no menos imponente es el lado brasileño con sus panorámicas espectaculares.
Argentina: Perito Moreno
Otro lugar de esos que deja con la boca abierta. Kilómetros y kilómetros de hielo casi al alcance de la mano. Quedarte ensimismado mientras se desprenden algunos trozos de hielo con su espectacultar estruendo. Por si fuera poco, caminar por él ya es algo increible en el que te sientes especial.
Egipto: Crucero en faluca por el Nilo
La mayoría de gente que hace un crucero por el Nilo lo hace en motonaves; enormes barcos que surcan el majestuoso río y que acaban atracadas unas junto a otras en los puntos estratégicos. Nosotros escogimos hacer el crucero de una forma diferente: con la tradicional faluca. Ello nos permitió, por un lado, escabullirnos durante dos días del frenético ritmo del país y, por otro, conocer el Nilo de otra forma; con su humilde y amable gente. Sin duda ha sido una experiencia que nos ha dejado marca.
Egipto: Abu Simbel
Otro de esos lugares que cualquier persona debería visitar alguna vez es esta maravilla (una de las muchas que tiene Egipto). Todo empieza viendo el amanecer en el desierto mientras te desplazas en convoy desde Aswan y el colofón llega con la bienvenida de los guardianes de este fantástico templo invitándote a su visita.
Escocia: Neist Point
Isla de Skye, Escocia. Un faro en un lugar idílico. ¿Qué más se le puede pedir a un paisaje así para poder disfrutar de una puesta de sol inolvidable? Además, si tenemos ‘suerte’, durante el trayecto nos habremos tenido que parar varias veces para dejar pasar a las cabras habitantes de la región.
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