Una vez tenemos el destino escogido nuestro siguiente paso siempre es coordinar el transporte que vamos a utilizar, tanto para llegar como para los desplazamientos internos.
La llegada en avión desde Barcelona puede ser a Zagreb, Zadar, Split o Dubrovnik. Zadar y Split no están muy lejos uno del otro (unas dos horas y media en coche) y se encuentran en la zona de costa (dalmacia central). Tanto Zagreb como Dubrovnik se encuentran bastante más alejados: la capital en el centro del país y la segunda al sur, aislada geográficamente del resto (por el paso bosnio de Neum).
Zadar y Split los descartamos como destinos de llegada porque implicaba tener que repetir rutas en algún momento (ir y volver a alguno de los extremos), así que nos decidimos por comenzar en Zagreb y terminar en Dubrovnik. La aerolínea escogida para el viaje fue Vueling, despegando de Barcelona a las 11.39 y volviendo desde Dubrovnik a las 14.30 trece días después con un vuelo de poco más de 2 horas. Ojo! Tened en cuenta que llegar a un sitio y salir por otro encarece los billetes de avión. También hay otras opciones para entrar al país y que mucha gente utiliza: Por vía marítima (desde Venecia) hasta la península de Istria o por coche desde Trieste.
Al ir con niños otra cosa que teníamos clara era que nos íbamos a mover con transporte propio, por lo que alquilamos un coche; para no correr riesgos innecesarios en cuestión de espacio decidimos tirar hacia uno grande, aunque luego nos dieron uno que, a nuestro parecer, no cumplía lo estipulado (ya os lo explicaré). Tras mucho buscar y buscar, acabamos contratándolo también desde la web de Vueling. Un factor a tener en cuenta, al igual que en el caso del avión, es que al recoger el coche en un lugar y entregarlo en otro, multitud de compañías de alquiler de vehículos cobran una tasa de alrededor de unos 80 euros y que en este caso ya estaba incluida en la cotización total. Lo que sí que teníamos que añadir al coste total era el de dos sillas para bebés (que casi sale más a cuenta comprarlas…); en nuestro caso no cogimos ningún seguro extra adicional.
Otra de las dudas que teníamos era la recogida y posterior entrega del coche porque en principio no lo ‘necesitábamos’ ni al inicio (Zagreb) ni al final del viaje (Dubrovnik). Valorando la comodidad y para evitar tener que ir cargando con maletas, niños y demás aparatejos optamos por recogerlo directamente en el aeropuerto de Zagreb (ya os contaré la odisea para recogerlo) y entregarlo en el aeropuerto de Dubrovnik (el autobús al aeropuerto no es barato y hay gente que dice que el servicio no es del todo bueno).
Ya para acabar, si se quiere ir a alguna isla es imprescindible coger un ferry, por lo que se hace preciso coordinar los horarios que ofrece la compañía Jadrolinija (en nuestro caso sería desde Split).
Os detallaré en otro post el desglose económico de todas estas partidas.
Si queréis revisar todos los artículos del viaje, no dudéis visitar nuestra guía de viaje.
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