Después de decidir dónde y cuándo nos íbamos de viaje tocaba preparar lo que iba a ser ‘el viaje en si’. Cuando nos vamos de viaje siempre comenzamos con lo mismo: el transporte para llegar al lugar. En esta ocasión, tal y como he comentado antes, ya estaba bastante claro cómo íbamos a llegar a nuestro destino… así que tocaba empezar a hacer malabares con las diferentes fechas para encontrar las menos caras.
Pese a que para llegar a Cerdeña hay diferentes formas, para nosotros, al ser de cerca de Barcelona, lo más sencillo era salir directamente de allí en barco con Grimaldi. Esta compañía estuvo durante toda la temporada estival haciendo campañas publicitarias en las que hablaba de ‘Cerdeña a la Grimaldi’ y por las que podías obtener mejores precios en la compra de billetes (nosotros lo aprovechamos, por supuesto!).
Los barcos que hacen la ruta Barcelona – Porto Torres – Civitaveccia siempre hacen el mismo horario (salida a las 22.30 y llegada a Porto Torres a las 10.30 del día siguiente) y salen prácticamente cada día los meses más ‘turísticos’ (cuidado con los meses fuera de temporada, que la ruta no hace parada en Porto Torres). De la misma forma, los barcos de regreso, que hacen la ruta Civitaveccia – Porto Torres – Barcelona, salen de Porto Torres a las 06.30 y llegan a la ciudad condal a las 18.30.
Teníamos claro que la ida la íbamos a hacer en camarote al ser el viaje nocturno. Tras comenzar a indagar, aquí ya nos topamos con un pequeño ‘inconveniente’: Grimaldi no tiene cunas de viaje, por lo que la pequeñaja debería dormir en una cama (con el riesgo que eso suponía… no se está quieta!).
Para la vuelta tuvimos más dilemas: No sabíamos qué tipo de billete coger. El año anterior, que fuimos a Menorca (ya hablaré de ello en otro momento…), prácticamente no utilizamos el camarote a la vuelta, únicamente para descansar un poco. En aquel caso, además, la diferencia entre el camarote y la butaca era bastante ridícula (creo recordar que unos 50 euros en total). En esta ocasión la diferencia era bastante mayor, de unos 150 euros. Otra variante que también debíamos tener en cuenta era que el barco venía de Civitaveccia, por lo que podía ser bastante arriesgado coger el pasaje básico (sin butaca ni camarote asignado, obligado a deambular durante un montón de horas por el barco o a dejarte el sueldo en los bares -que ellos llaman zonas comunes-). Teniendo en cuenta estas cuestiones, la decisión quedaba reducida a dos posibilidades: Camarote o Butaca. El camarote daba cierta intimidad, pero tampoco te podías estar allí encerrado con una humanita de casi 2 años mucho tiempo, y era bastante más caro que la butaca; por el otro lado, la butaca no era igual de cómoda que un camarote (no nos engañemos) y corríamos el riesgo que la pequeñaja dijera que durmieras tú en ese lugar… pero era más barato y te asegurabas un sitio donde ‘dejarte caer’ sin tener que ser un bar.
Finalmente, tras buscar consejo en el foro www.losviajeros.com (zona de italia, hilo de Grimaldi) y después de muchas vueltas, decidimos coger butaca y… cruzaríamos los dedos para no tener que sufrir una rebelión infantil 😛
(al final, tanto la ida como la vuelta fue bastante bien… ya lo contaré más adelante)
A los billetes le añadimos algunas comidas para evitar tener que cargar con bocatas, tuppers…:
– Desayuno de la ida (5 euros x persona): nada del otro mundo, aunque tampoco era caro para ser el barco (bollos, mantequilla, zumo y café).
– Desayuno y comida de la vuelta (5 euros el desayuno y 15 euros la comida por persona): El desayuno fue igual que en la ida y la comida era bastante abundante al coger el menú Business, aunque no nos engañemos, no fue la mejor comida de nuestra vida, pero estaba comestible y dio para que comiéramos los 3 e incluso sobró algo para la merienda 🙂
Total de gastos en transporte hasta nuestro destino, junto con el coche: 524 euros (creo que un precio bastante aceptable). Al ser una oferta, era no reembolsable, así que es valorable contratar un seguro de cancelación si puede existir alguna posibilidad de no viajar…
Siguiente paso… buscar lugar como ‘centros de operaciones’ y el correspondiente alojamiento.
Monicat ^u.u^ dice
¿Qué tal fue el viaje en Grimaldi? Estoy leyendo opiniones y me estoy asustando. Hemos cogido camarote en los dos trayectos, pero me da miedo sobre todo el rato de espera de embarque y si son habituales los retrasos. vamos con dos niños pequeños y la perra, puede ser un poco caótico la espera.
gracias
Oscar Espinosa dice
No fue dramático… pero tampoco es un crucero. Es un medio de transporte y debe ser visto como tal. Si habéis cogido camarote estaréis más tranquilos, eso sin duda. Habéis cogido comida? La lleváis? Nosotros la compramos con el billete y sale a cuenta…
Monicat ^u.u^ dice
No pensaba comprarla. Gracias por el aviso, voy a intentar cogerla ya 🙂 Hemos ido otras veces en ferry pero cuando aún no teníamos niños, a ver qué tal la experiencia con ellos. Pero me quedo más tranquila, es que hay comentarios en foros que parece que es un infierno el viaje :-))) gracias
Oscar Espinosa dice
Si que los hay, sí… pero bueno, también hay que verlos con perspectiva: Solo acostumbramos a hablar de lo malo. De lo bueno no decimos nada.
Buen viaje, cualquier cosa más que necesites, aquí estamos!
David dice
Bueeeenas Oscar.
Que compañía de alquiler de coches cogiste?
Gracias.
PD. Muy completo tu blog, me encanta.
Oscar Espinosa dice
Hola.
No cogimos ningún coche de alquiler porque fuimos en Ferry desde Barcelona.
En cualquier caso, desde un buscador (Por ejemplo, https://clk.tradedoubler.com/click?p=74391&a=2850126) podrás encontrar ofertas de las compañías presentes en la zona.
Gracias por tus comentarios! 🙂