Ya cuando el sol comenzó a bajar nos volvimos hacia el hotel para ducharnos y dirigirnos hacia Capo Testa para disfrutar la puesta de sol… Sabíamos que el sol se ponía a eso de las 19.50, así que había que ir con tiempo suficiente. Había mucha gente (como era de esperar, aunque para aparcar tuvimos suerte!), pero conseguimos un lugar bueno y pudimos disfrutar de una fantástica puesta de sol… y la cara de la pequeña viendo como el sol se iba a dormir en el agua era digna de ver!
Las puestas de sol en lugares como este son alucinantes; hice decenas de fotos! La parte negativa fue que nos acribillaron los mosquitos… pero bueno, valió la pena. Tras la puesta de sol, volvimos al hotel a cenar (como siempre, de maravilla) y a descansar para, al día siguiente, dirigirnos a Costa Smeralda…
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