¿Tenéis curiosidad sobre cómo llegar a Marrakech? ¿Sabéis cómo moveros por la zona? ¿Queréis saber dónde dormimos? En el post de hoy daremos respuestas a estas preguntas y os explicamos cómo nos movimos por la ciudad roja de Marruecos en nuestra primera escapada en familia por tierras árabes.
Vuelos
Marrakech es un destino turístico de primer orden, así que, a priori, parece lógico que hubiera multitud de opciones para llegar a ella de forma directa. Tomando como referencia Barcelona como ciudad de origen, nos encontramos únicamente con dos compañías que cumplen estos requisitos: Vueling y Ryanair. Además, depende de la época, no vuelan cada día y lo normal es que únicamente tengan un vuelo al día. En nuestro caso fuimos con una y volvimos con la otra porque era la mejor manera de aprovechar el tiempo. Utilizando buscadores de vuelos como SkyScanner os dará la combinación más óptima para cada uno de vosotros.
El vuelo dura algo más de dos horas y se llega al renovado aeropuerto de Marrakech… allí es conveniente tener paciencia porque la gestión del visado puede ser algo tediosa (básicamente por la vitalidad con la que se toman la gestión la policía aduanera marroquí).
Traslado desde el aeropuerto
Para ir hasta el centro de la ciudad desde el aeropuerto hay multitud de posibilidades: La más económica -y la más lenta- es el transporte público; por supuesto también hay taxis y finalmente la que hicimos nosotros, un transfer privado (que en nuestro caso gestionó Viajes Marrakech al acompañarnos durante todo el viaje). Los precios van desde los 3 euros aproximadamente que puede costar el bus desde el aeropuerto hasta los 10 – 15 euros que puede costar un traslado privado. Para un taxi, las tarifas deberían rondar los 7 – 10 euros. Ojo, si vas con taxi te tocará regatear hasta llegar a un precio similar al que comento.
Moverse por la ciudad es extremadamente sencillo y no es necesario coger ningún tipo de transporte a no ser que se quiera ir a uno de los lugares algo más apartados (como por ejemplo, el jardín de Menara o los de Majorelle). En ese caso, podéis optar por hacer esas visitas en una excursión guiada, hacerlo en calesa de caballos o coger algún tipo de transporte propio de la ciudad.
Alojamiento
Respecto al alojamiento, hay para todos los bolsillos. Desde lo más humilde a lo más lujoso; nuestra recomendación es que el alojamiento esté dentro de la medina, en uno de los centenares de Riads que hay. Nosotros nos alojamos en uno relativamente económico pero que tenía unas excelentes valoraciones en Booking y en Tripadvisor.
El nombre del alojamiento es Riad Alamir y se encuentra a escasos cinco minutos de una de las puertas de la medina y algunos más de la plaza Jema el-Fna. Todos los riads tienen una estructura similar: patio central (muchos de ellos hoy en día con una pequeña piscina) y unas pocas habitaciones a su alrededor repartidas en dos o tres plantas. Lo cierto es que estuvimos muy cómodos en él y el personal que lo gestiona tuvo mucho que ver: eran muy amables y, sobretodo, encantadores con los más pequeños. Nos recibieron con un té nada más llegar y luego nos enseñaron nuestra habitación así como la terraza que había y desde la que se podía ver la famosa mezquita Koutubía. En algunos de estos riads ofrecen comidas; en el que estábamos nosotros únicamente ofrecían desayuno (totalmente casero y hecho al momento).
Excursiones
Si queréis hacer alguna excursión fuera de la ciudad también hay múltiples posibilidades: desde la más sencilla, que es una excursión guiada, pasando por realizar el desplazamiento en transporte público o finalmente alquilando un vehículo (teniendo en cuenta que la conducción allí puede ser un poco diferente a la que podemos estar acostumbrados). El valor y el importe de cada una de ellas dependerá del tipo que seleccionemos y del destino que queramos visitar.
Espero que os haya resultado útil esta información y os ayude a tener algunas cosas más claras a la hora de viajar a Marrakech en familia. Podéis revisar los anteriores posts de esta escapada en el siguiente enlace: Escapada a marrakech.
Deja una respuesta