Continuamos nuestro fin de semana de actividades por el Vallès Oriental haciendo parada en el Turó d’En Roina, entre las localidades de Montmeló i Montornès del Vallès para visitar el asentamiento arqueológico de Can Tacó, también llamado Mons Observans.
Se trata de un yacimiento arqueológico situado en lo alto del Turó de Can Tacó, el cerro más pequeño de los tres que componen la montaña de Les Tres Creus. Actualmente está rodeado de fábricas, pero siguen habiendo unas espectaculares vistas que permitían, en la época del asentamiento, controlar todo el entorno fácilmente.
Se sospecha que el lugar fue un praesidium, un establecimiento militar que permitía el control administrativo y político del territorio que lo rodeaba.
Tras la recepción en el Punto de Información, donde pudimos ver un interesante audiovisual y una exposición fotográfica, comenzaba la visita propiamente dicha. Los adultos íbamos a hacer una visita teatralizada al yacimiento y los pequeños iban a hacer el Taller de Arqueología. Este taller consiste en que los pequeños, utilizando herramientas de arqueólogos para descubrir ciertos objetos, aprendan a interpretar lo que les rodea y consigan averiguar en qué lugares están trabajando. Este taller se imparte en un gran arenal que representa dos estancias; está construido siguiendo las mismas técnicas que se utilizaron en la construcción del praesidium y entre la arena se encuentran enterrados multitud de objetos.
Los pequeños arqueólogos investigando |
Mientras los pequeños y las pequeñas estaban entretenidos haciendo de arqueólogos, los adultos comenzamos nuestra visita teatralizada.
Un guía nos introdujo la historia del lugar |
Tras una pequeña introducción para ponernos en situación, nuestro guía nos presentó a la que iba a ser nuestra acompañante durante la visita; Sàlvia, la mujer de Caius Maximus Minimus, un pintor romano que trabajó en la decoración del palacio y que dejó a su mujer no se sabe bien por qué (de hecho, ella sigue esperando…). Así pues, sería ella nuestra anfitriona.
Sálvia, esposa de Caius Maximus Minimus |
La visita va alternando las explicaciones del guía y las intervenciones de la anfitriona del lugar, que explica anécdotas y pequeños cotilleos del lugar que hacen la visita muy amena y entretenida.
Patio principal y lugar de entrada |
Uno de los depósitos de recogida de agua |
Depósito auxiliar para el almacenamiento de agua |
Fragmentos de muro que separaban almacenes |
Realmente fue una visita muy interesante y el hecho que fuera teatralizada le dio un componente ameno que, aunque no era estrictamente necesario por lo interesante de lo que nos explicaba el guía, hizo que la visita aún fuera más entretenida.
Para finalizar, fuimos todos al Aula de Arqueología a ver qué habían averiguado los pequeños y las pequeñas en su Taller y cómo extraían sus conclusiones (la nuestra escarbando ya era feliz… era la más pequeña :P).
En resumen, se trata de una visita diferente que tenemos muy cerca y del que, muy posiblemente, no hayamos oído hablar (tampoco lleva mucho tiempo abierto – desde finales del 2012 -). La visita dura algo más de una hora y los adultos se lo pasan bien por un lado y los más pequeños disfrutan en el taller.
En su web (www.monsobservans.com) os podéis inscribir a las diferentes actividades que se realizan en el parque así como sus tarifas (muy económicas) y duraciones.
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